Es una de las fotografías más impactantes de la historia: la imagen de once operarios que trabajaban en la construcción del Rockefeller Center, almorzando y charlando sobre una viga, suspendidos a cientos de metros del suelo. Salvando las distancias, en Madrid, como vemos, también se produjeron estampas similares.

De hecho, esta fotografía fue sacada unos años antes que la tomada en Nueva York. La de Madrid corresponde a las obras del Edificio Telefónica, en 1928, mientras que la fotografía del rascacielos americano corresponde a una fecha un poco posterior, a 1932.

Estas sobrecogedoras imágenes hoy serían totalmente imposibles. A nadie en su sano juicio se le ocurriría trabajar en esas circunstancias sin ningún equipo de seguridad. Pero, como vemos, eran otros tiempos y otra mentalidad totalmente diferente.

Se trata de una foto que sólo con verla nos produce vértigo. Mientras dos de los trabajadores parecen centrados en continuar con su faena, un tercero posa de manera relajada para el objetivo del fotógrafo. A ras de suelo, los peatones y el tráfico siguen su curso con total normalidad, ajenos a que en las alturas, en ese mismo lugar, otros están poniendo en riesgo su vida con cada movimiento.

El detalle: La terraza del primer edificio que vemos en la foto, el que hace esquina con la calle Montera, se usaba tal y como podemos ver para tender y secar la ropa. Una función que nada tiene que ver con su uso actual, ya que ahora alberga una de las terrazas más exclusivas y chics de todo Madrid: Picalagartos.