Histórica foto del atentado cometido por el anarquista Mateo Morral contra los reyes de España (1906)


Atentado cometido por el anarquista Mateo Morral contra los reyes de España (1906)
Autor: Eugenio Mesonero Romanos
Comentario

La histórica fotografía publicada en exclusiva por ABC constituyó un enorme éxito informativo, del que entonces se dijo que fue «el más grande que se conoce en los anales de la prensa universal». 


La tarde del 30 de mayo de 1906 es intensa en la redacción de ABC. Torcuato Luca de Tena se reúne en su despacho con sus hombres de confianza: Luis Romea, Ángel María Castell, Carlos Luis de Cuenca y Sixto Pérez Rojas. Hay que volver a repasar, una vez más, la cobertura de la boda del rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battenberg. Desde que en marzo se conoció el programa del enlace, las reuniones se suceden para no dejar nada al azar. Hay que preparar el número especial de ABC y el de Blanco y Negro del día 2 de junio. Se estudia cómo cubrir el enlace de manera que no se escape detalle alguno.


Luis París se pondrá al frente de los reporteros. Para la información gráfica se decide que Francisco Goñi se sitúe en el Ministerio de Marina, desde donde saldrá Victoria Eugenia. Irigoyen irá a la iglesia de los Jerónimos, donde se celebrará el enlace. Y Christian Franzen estará en la calle de Alcalá, por donde pasará la comitiva real tras el enlace, camino de palacio. Además se cuenta con las fotos que puedan llegar por el anuncio que se publica las últimas semanas, en la que se ofrece diez pesetas a los fotógrafos particulares o profesionales por cada una de las imágenes del enlace que se publiquen.


El 31 de mayo amanece despejado y luminoso. Los fotógrafos preparan sus placas con cuidado, deseando que dure la luz todo lo posible. A las 9:30 horas de la mañana parte de palacio la comitiva y a las 10:40 Alfonso XIII entra en los Jerónimos. Todo marcha según lo previsto. Al finalizar el enlace, los reyes departen un rato con las familias reales y el cuerpo diplomático. De vuelta a palacio son aclamados por los miles de madrileños que inundan las calles de un Madrid radiante. A las 14:15 horas la comitiva real llega a la calle Mayor. Al pasar a la altura del número 88 se escucha una formidable explosión. Los cuatro troncos de caballos tordos claros que arrastran el carruaje de los reyes se espantan y emprenden una carrera en la que acometen al caballo de varas de la derecha y hacen caer al cochero. Los reyes se asoman por la ventana para tranquilizar a su comitiva. Ellos están bien, pero hay mucha confusión.


Los fotógrafos de ABC regresan con urgencia a la sede del periódico. Tienen que revelar y elegir las imágenes. No hay ninguna fotografía del atentado. La mejor es una del colaborador zaragozano Eduardo de Leti en la que se ve la carroza regia en la calle Mayor y el caballo de varas muerto. Hay también una fotografía del número 88 desde donde el criminal arrojó la bomba.


Pero Torcuato Luca de Tena es un hombre meticuloso y no termina de estar satisfecho. La crónica del atentado es muy buena, pero le falta una imagen. Mientras valora el material disponible le avisan de que un joven estudiante de diecisiete años quiere verle. Dice haber fotografiado la comitiva real desde un balcón de una casa en la calle Mayor. Al escucharlo, Luca de Tena le hace llamar. El muchacho, de nombre Eugenio, dice ser descendiente de Ramón Mesonero Romanos. Tomó la fotografía con una maquina regalada por su padre. Le quedaba una sola placa que reservó para el paso de la carroza real. Pero los nervios no le permiten recordar si disparó antes o después de la explosión, que escuchó muy cerca. Se envía la cámara al revelado. Torcuato Luca de Tena se pasea nervioso. Ha contado con los mejores fotógrafos de España y no ha conseguido ninguna fotografía del atentado. ¿Cómo va ser un joven estudiante de Medicina, con una cámara de doce duros, quien le proporcione la fotografía?


Entonces llega el revelado. En la fotografía se observa el humo de la explosión. Los caballos del carruaje real acaban de iniciar la estampida. El cochero se mantiene aún en el pescante y el caballo de varas no ha sido aplastado. Hay que retocar un poco la fotografía para su publicación, algo normal en la época, pero es sin duda la instantánea del atentado. «¡Lo hemos conseguido!», grita don Torcuato. Mesonero Romanos sonríe orgulloso. Luca de Tena ordena que le paguen al muchacho unas increíbles trescientas pesetas.



Es la primera gran exclusiva gráfica de la prensa en España. ABC sacó pecho de ello y al día siguiente afirmó que la fotografía publicada constituía un enorme éxito informativo, «el más grande que se conoce en los anales de la prensa universal». Lo cierto es que dio la vuelta al mundo, publicándose en miles de periódicos. Es sin duda la fotografía más famosa de nuestro archivo y una de las más importantes de la prensa universal.


Texto de Federico Ayala Sörenssen.


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